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miércoles, 21 de agosto de 2013

El silencio ante la muerte.

Hoy he visto imágenes que se quedarán grabadas en mi memoria hasta que me vaya de este planeta. Quizás ustedes también las vieron. Se trata de los cientos y cientos de personas muertas en Siria, supuestamente por un ataque con armas químicas perpetrado por el régimen de ese país. El gobierno ha aceptado su intervención, pero ha negado que lo haya hecho con armas químicas. No obstante hay varios videos que muestran a muchas personas muertas y a otros agonizando, sin tener rastro alguno de sangre o heridas en sus cuerpos. Inclusive muchos de ellos se ven muriendo debido a que no pueden respirar.
Muchos medios de comunicación ya han catalogado este hecho criminal como el peor ataque químico en los últimos 25 años en este país. Hasta el momento en que escribo esta nota (8:10 pm del miércoles 21 de agosto 2013), van más de 1400 víctimas, incluyendo a decenas, o tal vez centenas de niños.
A continuación quiero compartir una de las muchas imágenes que existen sobre este trágico día. Sé que es de un contenido horripilante, pero es la cruda realidad que vivimos en este planeta.

A medida que veo estas imágenes, no puedo evitar que la tristeza me embargue, y un fuerte dolor de cabeza se apodere de mí.
Yo nací en Colombia, un país donde tuve que vivir muy de cerca de la violencia generada por los carteles del narcotráfico. Crecí escuchando carro bombas explotar, viendo a cuerpos inertes después de ser asesinados en una calle cualquiera, siendo víctima constante de robos, sintiendo muy de cerca el flagelo del secuestro, sabiendo que los asesinos miembros de los grupos guerrilleros podrían en cualquier momento elegir a alguien de mi familia, o de mis amigos para jodernos la vida, (como lo han hecho por los últimos 50 años). He visto de cerca las secuelas de la guerra, de la intolerancia, de la inseguridad, de la maldad, de la ambición económica, y fueron estas secuelas una de las razones poderosas por las que decidí salir un día de allí.  Amo a mi país, a su gente buena, a mis recuerdos, pero no puedo negar que cuando me residencié en otra nación, comencé a dormir mucho mejor, y a vivir con la tranquilidad que jamás había tenido.
Sin embargo, nadie jamás puede acostumbrarse a la guerra, a las muertes violentas, a las injusticias, a la maldad.
Hoy me siento supremamente triste por quienes murieron en Siria. Sé que esta nación gobernada por un tirano, por un régimen malévolo, viene sufriendo en carne propia desde hace 29 meses, y ya son cientos de miles los muertos en esta guerra entre el régimen y los grupos de oposición.
Mientras tanto, el mundo entero se cruza de brazos.
Todos vemos lo que sucede allí, pero quienes pueden hacer algo para evitarlo, no lo hacen.
Creo que esta omisión es propia de la condición humana. Nos importa poco lo que le sucede al otro, con tal de que no nos toquen a nosotros.
Este silencio sepulcral ante la muerte ajena, ante las injusticias del mundo, es lo que nos tiene sumidos en este caótico hueco oscuro.
Una vez más, quiero recalcar que esta página es personal, y todas mis opiniones por ende lo son. (No son opiniones de la empresa donde trabajo, y por eso me he abstenido de escribir sobre noticias, pues no quiero abrir la puerta a un conflicto de intereses).
Gracias por leerme, y antes de despedirme quiero dejarnos con una pregunta:
¿Qué hacemos nosotros para detener las injusticias contra otros?
Un abrazo.

2 comentarios:

  1. Yo me atreveria a hacer otra pregunta. Cómo hacer para evitar estas injusticias? Qué hacer, creo que va más allá de lo que muchos quisiera o pudiéramos hacer.
    Todas esas razones que enumeraste y que te motivaron a dejar la tierra q te vió nacer, son las mismas que probablemente me motiven a mi y a muchos más a hacer lo mismo.
    Para mi esto raya en las miserias humanas que han obligado a los habitantes del planeta a olvidarnos de nuestra esencia (independientemente de nuestro credo).
    Ciertamente es muy triste ver a tantas personas y sobre todo niños, morir por unas luchas ideológicas, políticas o por la razón que quieran plantear, cuando por naturaleza la única juatificación que debe existir en cualquier lucha debe ser preservar la especie humana.
    Sin ir muy lejos, el museo del holocausto (para mi) es lo más triste y dantesco que me a tocado ver y (con todo respeto a los judios) de qué sirvieron tantas pérdidas humanas, si a la fecha continuan esas luchas ideológicas, religiosas, económicas y de poder? Sólo que en la actualidad es con los Palestinos.
    Bueno mi apreciado Hector, espero q a pesar de las lamentables Imágenes que viste puedas descansar, aunque te aseguro q eso jamás lo olvidarás.
    Un abrazo
    Indy Gittens

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  2. Es la primera foto que veo de los de Siria. Es como ver angeles dormidos...q cruda y triste realidad

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