Comencé a escribir
este blog hace un poco más de tres meses, con el propósito inicial de crear un
hábito de escritura diario.
– ¿Y de qué será tu
blog? –, me preguntó una amiga, cuando le conté que quería iniciar uno.
Pero no tuve respuesta,
ya que hasta ahora no tengo claro sobre qué se trata, llegando a la conclusión que
es un blog sobre cualquier cosa que me pasa, que veo, que pienso, o sea, un
blog sobre nada, en el que he tenido la suerte que personas como vos sigan
leyendo. (Lo lamento).
Al principio comencé a
escribir cada día, queriendo adaptarme a la disciplina impuesta. Escribí sobre
unas ganas de orinar, sobre una verruga que tuve en mi dedo, sobre la caca de
la paloma, sobre la guerra, sobre mi monotonía, en fin, sobre cualquier
pendejada que se me ocurriera, nuevamente con el único fin de ejercitar mi
escritura. Jamás esperaba que muchas personas comenzaran a leerme en diferentes
partes del mundo.
Y es que, ¿quién
diablos me va a leer en Japón, en Rusia, en Malasia, en Ucrania, en Croacia, en
Canadá, en Guatemala, en Brasil, en Venezuela, en Panamá, en Ecuador? -solo por
mencionar algunos-.
Con cada escrito,
comencé a recibir mensajes de personas que no conozco. Unos a favor de mis
erróneos puntos de vista, otros en contra; pero mensajes que no esperaba y de
los que aun me sorprendo.
Y pienso…¡¡¡Si hay
gente muy desocupada que sigue entrando a leerme!!!
Aprecio sinceramente
que me escriban, así sea para quejarse por mis escritos etéreos. Yo no escribo
con la intención de causar placer a otros, o con ganas de molestar a algunos,
yo solamente escribo porque no puedo hacer otra cosa. (Ya sé, estoy jodido).
La semana pasada, le
comentaba a una amiga del trabajo, que en el 2014 lanzaré mi primer libro al
mercado, y ella me preguntó: – ¿Es motivacional? –
–No mujer, cómo voy a
escribir algo motivacional si ni siquiera yo me motivo a mí mismo. Sería un
fraude ponerme a dar consejos de vida cuando la mía es desequilibrada–.
Yo no soy la persona
adecuada para decirle a otros cómo deben vivir su vida, considero que cada uno
debe tomar esas decisiones dependiendo de sus circunstancias, que además, ningún
motivador las conoce.
Por eso mi novela es
una ficción, donde he creado un mundo diferente, con situaciones que sólo a mi
me pasan.
Gracias a aquellos que
siguen usando su preciado tiempo para posar sus ojos sobre este espacio, si no
regresan lo comprendo y valoro.
Un abrazo de noviembre.
HMC